Mati, Nico y Juan Cruz desmontaron todo lo necesario para hacer sus cervezas en Buenos Aires y lo enviaron, pieza a pieza, hasta una nave en la localidad madrileña
Entre Sidney y Paracuellos de Jarama hay más de 17.000 kilómetros. Una larga distancia hasta nuestras antípodas que Mati y Nico intentan acortar a base de cerveza artesana.
Ambos son los responsables, junto a Juan Cruz, de la aventura española de Dos Dingos, una cervecera argentina con alma australiana que ha desembarcado en Madrid.
Estos cerveceros tienen acento argentino, pero se sienten australianos. No sólo de corazón. También de pasaporte después de vivir una década en el país.Y en honor al dingo, un canino australiano, bautizaron su marca.
Mati y Nico se conocieron en Buenos Aires, donde estudiaron ingeniería. Tras licenciarse, Mati emigró a Australia, donde comenzó a trabajar en las oficinas de Asahi, la multinacional cervecera. Nico llegaría poco después al departamento de Márketing de una empresa del sector alimenticio.
Inquieto por naturaleza (tiene un podcast y una columna en una revista cervecera), Mati visitaba a los cerveceros vinculados con la multinacional, algo que le despertó el gusanillo por hacer su propia birra. “Me apunté a la academia Asahi”, cuenta a GRAN MADRID, una escuela interna que la empresa tiene para que sus empleados sepan cómo se hace cerveza. Ese aprendizaje se trasladó a las elaboraciones caseras que cocinaba con Nico. «Lo hacíamos como hobby», recuerda. Hasta que la afición se convirtió en algo más serio.
El responsable fue uno de sus jefes, que le llamó al despacho. Mati acudió preocupado y con la incertidumbre de si había hecho algo mal. Todo lo contrario. La empresa quería sacar una cerveza nueva y quería comprar su receta. “Eso nos convenció de que estábamos haciendo algo bueno”, señala.
El impulso de la oferta por su receta les animó a crear un plan de negocio para abrir su propia cervecera en Australia. Pero unas vacaciones en su país natal trastocaron sus planes. Era 2018 y los dingos hacían el camino de vuelta a su país: la situación al alza del mercado argentino les convenció para abrir su fábrica en Buenos Aires. “Pasamos de ir en traje y corbata a palear malta y limpiar suelos”, rememora con una sonrisa Mati.
Con la cervecera consolidada dentro del mercado argentino y uruguayo, Mati y Nico vieron en España una oportunidad para seguir creciendo y acumulando kilómetros en su mochila vital. «España es un mercado con potencial y queríamos aportar nuestro granito de arena a ese crecimiento», añade Mati sobre su llegada a nuestro país, donde se les unió otro compatriota, Juan Cruz.
Además, otra característica española les llamó la atención: “Nuestro slogan es Pasión por el disfrute, y no hay país más disfrutón que España”.
Tras desmontar la fábrica de Buenos Aires, la mandaron por barco en seis contenedores. El destino era una nave de Paracuellos de Jarama que habían alquilado a distancia, sin visitarla presencialmente, gracias a las videollamadas que les hacía un socio. En marzo de 2022 estaba ya lista para funcionar, pero los primeros lotes no salieron hasta septiembre: “Lo más difícil fueron los temas burocráticos”, recuerda Mati.
Paracuellos les permite estar “cerca y lejos” de Madrid capital y tener acceso a las principales carreteras para llevar su producto al resto de provincias. Para no perder esa conexión con Australia, la gama base de cervezas de Dos Dingos tienen un elemento común: usan lúpulos australianos. “Son más caros, pero es lo que nos diferencia”, resume. Es su forma de mantenerse conectados a un país donde crearon dos familias, la suya propia y la “manada de dingos” en que se ha convertido su, desde ahora, cervecera madrileña.
Fuente: Gran Madrid