El edificio sustentable de 1.250 m2 cubiertos será sede del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales, de doble pertenencia entre el CONICET y la Universidad Nacional del Comahue.
En un acto encabezado por la presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Ana Franchi, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) Daniel Filmus, el vicerrector de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) Paul Osovnikar y el director del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC, CONICET-UNCo) Diego Libkind se inauguró el Centro de Referencia en Levaduras y Tecnología Cervecera (CRELTEC), financiado por el CONICET por el monto invertido actualizado de $1.450.406.996 pesos, se trata de un espacio multifunción único en la región en el ámbito científico – tecnológico donde confluyen diversas capacidades, como la colección más grande de levaduras autóctonas del país. Además, cuenta con laboratorios de microbiología y biología molecular, y de análisis de alimentos. En una segunda etapa que ya está en construcción, se prevé que contenga un área de procesos biotecnológicos microbianos y una planta piloto experimental de cerveza única a nivel nacional.
De la apertura también participaron, la directora del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Patagonia Norte María Celeste Ratto y el decano de la UNCo Bariloche, Marcelo Alonso.
La presidenta del CONICET Ana Franchi, felicitó a todas y todos los involucrados en este proyecto y que hacen parte del Instituto. “Es un orgullo inaugurar cada vez más espacios para poder continuar con el trabajo de investigación en ciencia y tecnología. Cuando vemos que estos sueños se hacen realidad estamos inspirando a las y los jóvenes para que se animen a una carrera científica y así continuemos teniendo grandes generaciones de científicos y científicas de alta calidad y que sus aportes contribuyan a la sociedad”. Y agregó: “El impacto que tendrá el trabajo del CRELTEC y el que ha venido haciendo el IPATEC en el sector productivo de Bariloche con la innovación y desarrollo de productos, evidencia, claramente, la contribución de la ciencia al desarrollo local y del país”.
El edificio de 1.250 metros cubiertos se propone potenciar las actividades relacionadas con el estudio de la biodiversidad microbiana de nuestros ambientes naturales, la biotecnología y tecnología de los alimentos mediante la incorporación de equipamientos de última generación y recursos humanos especializados. Se espera que sea un espacio de interacción con el sector productivo, con especial énfasis en la industria alimenticia a través de los Servicios Tecnológicos de Alto Nivel, asesoramientos, capacitaciones, asistencia técnicas y transferencia de tecnología; brindando también oportunidades de incubación de empresas de base tecnológica.
El ministro Filmus destacó que “la articulación virtuosa entre el sector público y el privado es el camino que nos muestran los países más desarrollados, un camino de inversión en ciencia y tecnología porque son las capacidades del sistema científico-tecnológico las que aportan a los procesos productivos. No solo nos permite ser exportadores de materias primas, que estamos orgullosos de serlo, sino también nos posibilita ser exportadores de productos con valor agregado. Este debe ser nuestro norte, tenemos que lograr que la inversión en ciencia y tecnología sea una política de Estado porque es la forma de tener un futuro con mejores condiciones de vida para nuestra sociedad. Como decía Houssay, los países ricos son los que invierten en ciencia y tecnología, los pobres son los que no lo hacen”.
Por su parte, Diego Libkind, expresó: “El IPATEC nació como concepto en 2014 cuando varios grupos de investigadores/as de la Universidad Nacional del Comahue y del CONICET nos propusimos reforzar un espíritu común que teníamos de que la ciencia trascienda los laboratorios, y llegar a la comunidad, que tuviera impacto. Así, nació el IPATEC y hoy puedo decir que somos referentes en temáticas de relevancia regional como cuestiones de acuicultura, de riesgos geoambientales, de promoción de crecimiento vegetal en distintos ámbitos, con cuestiones que tienen que ver con eficiencia energética y también con biotecnología microbiana, con tecnología de cerveza y de otros alimentos. Todo eso somos IPATEC. Desde 2016, me preocupó como director darle espacios adecuados de trabajo a toda esta gente que hoy me acompaña y desde entonces, comenzamos con la construcción de los laboratorios del Grupo de Estudios Ambientales, empezamos a colonizar este espacio que cedió la provincia al CONICET y a la Universidad Nacional del Comahue con ese edificio que hoy nos toca inaugurar el CRELTEC”.
A su turno, la directora del CONICET Patagonia Norte Celeste Ratto, expresó: “En este edificio se concreta parte del aporte que científicos y científicas le hacemos al país. El IPATEC trabaja muy a la par de los productores y productoras de la región con aportes que se realizan al sector alimenticio. De esta manera, trabajamos y nos vinculamos con el sector productivo y colaboramos desde la ciencia y la tecnología para que puedan avanzar y desarrollarse. Desde el CONICET queremos aportar al desarrollo del país y el edificio del CRELTEC y todo el trabajo que se viene haciendo desde el IPATEC es una de las maneras de demostrarlo”.
Por su parte, Paul Osovnikar expresó: “Este tipo de inauguración es muy importante en momentos que para algunos discursos la universidad tiene que retroceder prácticamente un siglo y que el mercado es el que debe guiar quién puede acceder a la universidad; eso es desigualdad. Por eso estamos alerta no solo en nuestra universidad sino en todas las de Argentina. No debemos permitir que vuelvan a decir que los científicos vayan a lavar los platos. Somos una universidad distinta, no pensada para los hijos de las élites, sino para los trabajadores y trabajadoras porque creemos en la universidad como un espacio de promoción social y como un bastión del estado de bienestar”.
CRELTEC se proyecta como un edificio de vanguardia por su arquitectura sustentable ya que se ajusta a los estándares de pasividad para edificios de zonas de climas fríos, a criterios ecológicos y de eficiencia energética. En ese sentido, cuenta con una moderna planta de tratamiento de efluentes, reciclado de aguas grises, el uso de placas constructivas de material reciclado, el pre-calentamiento de agua con colector solar, entre otros.
La estructura se emplaza en terrenos de la UNCo ubicados en la ruta Carlos Bustos s/n en el Acceso al Cerro Catedral. Tiene una capacidad para 40 investigadores/as, becarios/as y técnicos/as del CONICET. También, cuenta con un auditorio para 50 personas para la realización de charlas de divulgación científica, exposiciones, capacitaciones, entre otras.
También, se destaca que esta iniciativa se integra a un circuito de turismo científico – educativo más amplio proyectado en el predio, el cual tiene como objetivo acercar la ciencia a la comunidad, visibilizar los desarrollos tecnológicos y despertar vocaciones científicas y así generar una sinergia entre la Ciencia, la Tecnología e Industria Turística.
Luego del corte de cinta y el descubrimiento de la placa conmemorativa, las autoridades realizaron una recorrida por las instalaciones del CRELTEC.
Estuvieron presentes, autoridades del Instituto Balseiro, Comisión Nacional de Energía Atómica, Parques Nacionales, Universidad Nacional de Río Negro, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Ente de Desarrollo de la Cordillera de Río Negro, Agencia de Río Negro Innova, entidades de cámaras empresariales de Bariloche, Fundación Bariloche, autoridades provinciales y comunidad científica local.