Posiblemente, septiembre de 2022 quede registrado como un mes bastante especial para Lúpulos Andinos, y de algún modo para la pequeña industria del lúpulo en Argentina.
Por un lado la AFIP (luego de que pudieron cumplimentar con todos los pasos lógicos para terminar el proceso de importación formal) les permitió cortar los precintos y abrir los 5 contenedores donde vino de Alemania el secadero y los acondicionadores automáticos Wolf de última generación; pero hubo algo bastante más divertido que dicho trámite, y también muy significativo para el crecimiento de la PyME patagónica: sus 3 dueños (Marcelo y sus hijos Juan y Manuel), junto con el Ing. Agr. Hernán Testa realizaron una gira técnica súper lupulera en los Estados Unidos.
En 10 días muy intensos de aprendizaje y maravillosos vínculos (varias IPAs mediante), recorrieron 14 empresas de lúpulo entre Yakima (estado de Washington) y Parma (estado de Idaho).
El viaje comenzó visitando al Sr. Darren Gamache, sin duda un jugador muy importante en la industria del lúpulo, no solamente por ser propietario de la variedad “Amarillo” sino por la innovación en su centro de cosecha y en su modelo de negocios.
También se destaca por su tecnología de laboratorio en relación a la descripción analítica de lotes en aspectos tan complejos de medir como son los compuestos sulfurados (que tanto explican el flavor de una IPA a pesar de su presencia en partes por billón).
También visitaron Green Acre, quienes cultivan en Toppenish más de mil hectáreas de lúpulo entre variedades públicas y privadas. Para llevar adelante semejante envergadura de cosecha en 4 semanas, utilizan equipos de recolección convencionales (que realizan el corte de las plantas que se cargan en carros o camiones para luego ser trasladadas al pie de la cosechadora); pero también disponen de máquinas móviles que ingresan a las parcelas para realizar la cosecha totalmente mecanizada (llamadas “Combines”).
El segundo día comenzó con la visita a Cornerstone Ranches, cuyo dueño Graham Gamache (primo de Darren), los trató de manera por demás amigable. No solo recorrieron cada aspecto de la cosecha en plena actividad, sino que incluso los invitó a sobrevolar el valle de Yakima con su Cessna 206 (¡pavada de anfitrión!).
Luego visitaron una firma que tiene una particularidad que la hace única: fue comprada por la familia Loza, quienes vinieron de Méjico como trabajadores rurales algunas décadas atrás y lograron un crecimiento económico que les permitió llegar a ser “patrones”.
Hoy son actores importantes en la pujante industria lupulera del país del Norte, habiendo crecido en hectáreas cultivadas, en capacidad instalada de procesamiento, y sobre todo en conocimiento (lupulero y de gestión). ¡Esa visita obviamente fue toda en español!
El tercer día fueron recibidos por la empresa John I. Haas, miembro muy importante del Barth-Haas Group, con un sector de investigación y desarrollo propio de una compañía líder mundial. Algo destacable fue la recorrida con Michael Ferguson, director del programa de mejoramiento genético, a quien seguramente habrá que agradecerle los próximos lanzamientos de variedades que ya se pueden apreciar a campo como algo espectacular.
Claramente, no se trata de una empresa familiar como las anteriores, aunque el trato recibido también fue de muy alta calidad en todo aspecto, incluidas las charlas vespertinas en alguna de las varias cervecerías que hay en Yakima.
El cuarto día visitaron Lofthus Ranches, propiedad de la familia Smith, quienes cultivan lúpulo en la zona de Moxee desde 1932, con un elevadísimo estándar de calidad. Esta familia se caracteriza por la innovación en aspectos agronómicos, genéticos, de procesamiento industrial, y sobre todo en el posicionamiento de marca.
Son socios fundadores de YCH (Yakima Chief-Hopunion) y el producto final, muy conocido y demandado en Argentina, es sinónimo de alta calidad y buenas birras. Mike Smith y su esposa visitaron Lúpulos Andinos en el verano de 2016, y allí nació un lindo vínculo con Hernán Testa, que aún se mantiene y se alimenta con mails y visitas (¡y ojalá varios viajes más en el futuro!).
La gira continuó rumbo a Idaho (550 Km al Sudeste), para llegar a la casa de Brock Obendorf, otro amigo lupulero que los alojó y los “sacó a pasear” bastante… La familia Obendorf visitó Lúpulos Andinos en el verano de 2015 y los recibe como si fueran amigos de toda la vida. Se trata de una firma familiar muy fuerte, tanto en la producción de lúpulo como de cebolla, que nació en 1948 gracias a la tenacidad de su fundador: Ray Obendorf.
Algunos productores de lúpulo de Estados Unidos se refieren a este señor como una de las personas más inteligentes que existen; hoy tiene 99 años y quizás sea el lupulero más veterano del mundo. Fue rendidora la ida hasta Idaho ya que en 3 días recorrieron instalaciones y conversaron con los propietarios de 5 empresas: TV Farms (¡que tiene pura tecnología Wolf!), Mill 95, Goodings, Jackson Hop Farms, y obviamente Obendorf Farms (propietarios de 4 centros de cosecha de gran envergadura).
De regreso a Yakima tuvieron la oportunidad de ser recibidos por la familia Riel, propietarios de RR Hop Ranches (también socios de YCH), donde pudieron ver en plena acción la cosechadora más poderosa del mundo. Se trata de un centro de cosecha único, con tecnología híbrida entre Dauenhauer y DK, y fue diseñado por ellos mismos con muchísima inventiva y apuntando a la máxima eficiencia. Gracias a su tremenda capacidad de trabajo mayor a 12 mil guías/hora, esta empresa goza del privilegio de no tener que hacer turno noche, lo cual es una gran diferencia para vivir en forma más agradable el mes de cosecha (setiembre en Estados Unidos y marzo en la Patagonia).
El octavo día de viaje lupulero visitaron Perrault Farms, que sin lugar a dudas es una empresa líder indiscutida en la industria del lúpulo, siendo también socios fundadores de YCH. No solamente son reconocidos por su historia y por su producto bastante cercano a la perfección, sino también porque uno de los miembros de dicha familia es Jason Perrault, genetista creador de Simcoe, y tantas otras maravillosas variedades que Hop Breeding Company (HBC) ha estado lanzando al mercado en los últimos años. HBC es un proyecto conjunto formado en 2003 entre John I. Haas y Yakima Chief Ranches (propiedad de las familias Smith, Perrault y Carpenter).
Lúpulos Andinos tuvo la oportunidad de reunirse con Jason para evaluar las posibilidades de hacer algún programa genético en conjunto a futuro, y eso representa quizás una potencialidad que podría llegar a cambiar la industria del lúpulo en Argentina. Lo importante es visitarse y conocerse para construir confianza. El ante último día la recorrida tuvo lugar casi a orilla del Río Yakima en Tributary Farms, una joven explotación que también es propiedad de la familia Smith.
El manejo agronómico es formidable, sobre todo en aspectos de conservación de suelo, y como es de imaginar también en la calidad aromática de las variedades que producen (decenas de toneladas de Simcoe, Mosaic y Citra entre las principales). El viaje terminó con una recepción de lujo por parte de Richard Shaye, VP de Hopsteiner y sin dudas un amigo de estos 4 viajeros patagónicos.
Richard ha acompañado las últimas 3 ediciones del Congreso de Lúpulo (evento técnico sin fines de lucro que organiza Lúpulos Andinos desde 2016), aportando como patrocinador en numerosos aspectos, incluso trayendo otros disertantes de Hopsteiner que vienen al evento desde Alemania para brindar exposiciones de muy alto nivel.
En definitiva, la gira técnica que vivieron durante este mes fue descripta como excepcional y muy enriquecedora desde el conocimiento y también desde los vínculos con colegas que realmente están a otro nivel.
Creemos que este tipo de iniciativas viajeras de capacitación plena serán motor de cambio para que Argentina pueda posicionarse como un productor de lúpulos especiales, que son de alta demanda y que bien pueden ser producidos por países lupuleros más discretos de nuestro hemisferio, como es el caso de Australia y Nueva Zelanda.