Hay veces que existen ciertos disparadores que te llegan a la fibra más profunda de tu corazón y generan múltiples emociones. En mi caso esta cerveza (Samuel Adams Utopías 2017) fue la causante de esas sensaciones que aún habiendo pasado ya unas horas de haberla tomado continúan persistiendo.
Elaborada por la renombrada cervecería americana Samuel Adams, esta cerveza combina distintas técnicas de elaboración (incluyendo el uso de su levadura “ninja” que genera un tenor alcohólico de 28% y el blendeo de su paso por barricas de Aquavit escandinavo y vino moscatel). Presenta un color cobre rojizo bien brillante, con una excelente claridad, prácticamente sin espuma y con muy marcadas lágrimas debido a su elevado contenido alcohólico.
De perfil tremendamente complejo, con una profunda amalgama de notas a caramelo, toffee, tostado, membrillo y melaza. Su inicio es dulce, sedoso y alcohólico, aunque lo que persiste en retrogusto es un evidente calentamiento que despierta hasta al más dormido.
Fuerte y multifacética, es una figurita difícil de conseguir y para no dejar escapar. Un terremoto en el corazón.
Nota Columnista: Diego Van der Saar Castro